Cuando se me pide reflexionar sobre fotografía y mentira, me es un tanto complicado pensar en ella como un concepto de verdad, ya que la fotografía es experta en crear e inventar situaciones fuera de lo real, pero a pesar de eso, tiene distintas posturas y muy interesantes a mi parecer, ya que, como se mencionaba en un ejemplo del texto, cuando comentaba el autor sobre las fotografías que le había pedido a una enfermera que le sacara a su bebé recién nacida porque él no tenía acceso a verla. Lo que quiero explicar con esto, es que a pesar de ser una foto real, donde no hubiese intervención de ningún tipo, existía la leve posibilidad de que en realidad no fuese así, que podría llegar a ser una mentira.
Algo que es cierto es que la fotografía siempre miente, casi por una cosa de instinto, pero aquí lo importante es darse cuenta cómo la usa el fotógrafo y con qué intenciones, de esta forma se llega a la conclusión de un juego de la fotografía, la verdad puede ser relativa, hasta el punto en que no sabemos qué es verdad o mentira, pero la mentira en la fotografía es un concepto muy manejable en este mundo, y lo que el texto intenta explicar es que al final la fotografía es una ficción que se presenta como verdadera y que después de todo es el fotógrafo el que “miente bien la verdad”.
Finalmente, en el texto se menciona una frase que me pareció bastante interesante: "la fotografía actúa como el beso de Judas" de modo que es una especie de comparación bien lograda si se quiere comprender, donde se hace entender que Judas como el traidor que se muestra, se vendió por unos cuantos pesos, de la misma manera a cómo podría verse la fotografía.
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